De vuelta
"Ya estoy aquí otra vez en la orillita del mar
mientras me mojo los pies he empezado a imaginar
tu si que debes saber ¡ay si pudieras hablar!
tienes secretos que sé nunca los vas a contar..."
Al mar, Fito
Más de un mes sin escribir…
Estoy cabreada. Cabreada por mi escasez de tiempo libre, por mi falta de recursos, por mi incapacidad para resolver algunas dificultades por mi misma. Y sobretodo siento mucha rabia, rabia porque hace mucho que no navego.
Durante este tiempo apenas he pasado por el puerto. Pero no he dejado de pensar ni un solo día en mi barco, y en la mar, esa mar que a veces se comporta como una puta cara.
La mar a veces es como la Carmen de Mérimée, una hembra racial que parece dejarse querer por todos pero que es inaccesible con quien no se somete a sus caprichos. La mar, en ocasiones cruel, seduce con el movimiento insinuante de sus mareas, tienta a los que estamos en tierra con danzarina espuma que nos acaricia en la orilla. Nos envuelve con aroma de agua y sal, arropa nuestras esperanzas con brisas, nos llama y atrae susurrando cantos de sirena. La mar, objeto de deseo para tantos mortales, tan de todos y de nadie.
Ahí está ella, altiva, orgullosa, remanso de paz en ocasiones, otras implacable y salvaje. Impasible, se deja amar, pero para disfrutarla has de adentrarte en ella, nunca viene a ti ni tampoco te espera. No es como el viento, pero corta los rostros de los navegantes, no es como la lluvia, pero cala hasta los huesos, no es como el sol pero su ausencia abrasa los corazones. ¡¡Menuda bruja está hecha!!
Estos días en los que mis obligaciones me han atado a tierra he pensado en mi barco, en mis ilusiones. Quería tenerlo a punto para cuando regresara mi hermano. Ya lleva 2 semanas aquí y ni siquiera he podido ir a mostrárselo. Eso sí, desde que me convertí en armadora me asfixian más que nunca estas cuatro paredes de la oficina. El aire ahora aquí es más denso, se hace irrespirable, el ruido de los teléfonos es ensordecedor y parece que nunca se va a poner el sol. Llevo tanto tiempo sin tomar en mis manos una caña que creo que el día que lo vuelva a hacer mis escasísimos conocimientos se habrán perdido para siempre. Hoy por hoy no me veo siquiera capaz de salir sola. Y eso es lo que más me cabrea. Estoy perdiendo la confianza que tuve el día que decidí hacerme con mi barco.
Pero... basta ya de contar chorradas. Bien mirado si la mar es algo puta yo no voy a ser menos pendón (pa chula yo), y si he navegado antes, ahora que tengo barco no voy a dejar que una simple avería me fastidie. Además, tengo suerte, y unos angelitos guardianes que me ayudan y mucho. Por un lado mi vecino Rafael, cercano, solícito y dispuesto siempre a resolver mis dudas. Por otro, Fede, mi maestro que me inició en este mundo y que sé que estos días está muy muy liado pero atento como el que más. Y Jose, silencioso pero sabio. Y como no, Miguel, generoso, tanto que, me ha ofrecido su fueraborda. ¡¡Joer!! Qué pasada, yo aún sigo asombrada. Hasta ahora creí que los amigos se prestaban cd´s, herramientas, incluso los pisitos para hacer de picaderos en ocasiones puntuales. Pero un motor… la verdad es que va a ser mi salvación.
Bien mirado, ¿de qué narices me quejo? Será de aburrimiento, porque con tanta ayuda y atención no debería de protestar tanto. Debe ser el síndrome premenstrual….
12 comentarios
Noamanda -
En cuanto a lo de que no crees en la religión o algo así, que leí más arriba; no me extraña que dejases de creer con el Opus Dei.
Androgen -
Y respeto lo de las fotos, pero señorita, de usted nunca se ha visto bastante.
Un abrazo
Polen a Chifle -
Polen a windi -
Polen a Merluzzo -
Polen a Xarpa -
Polen a Androgen -
chifle -
Pero a tí nada se te pondrá por delante porque no lo vas a permitir.
El amigo Miguel ha tenido una buena idea. Estudia bien las posibilidades del motor interior y su posible sustitución por un FB. si no piensas correr riesgos de rascas con el Cachalote, un FB puede ser la solución.
Un abrazo
windi -
¿Estás segura de que no navegas? Yo te veo cada vez más patrona. Eso no lo dan los títulos, sino el modo de moverse por la vida.
Eres tú quien dirige tu vida. No como aquélla que decía: "ay, ¿quién maneja mi barca, quién? que a la deriva me lleva..."
Merluzzeando -
Nada más, que sigas bien y saludos desde las Rías Baixas.
Merluzzo
Xarpa -
Necesitas salir a navegar, aunque sea remando...en cuanto sientas el movimiento del Cachalote impulsado por el viento te olvidarás de todo. Navega, navega esté como esté el barco.
Un abrazo
Androgen -
Porque así es como te pienso.
El tiempo... yo llevo una temporada también con poco tiempo para escribir, en que el poco tiempo libre me llama el interior más emplearlo en otras cosas... así que no recrimino nada, no te exijo nada... sólo te añoro cada día que paso y no veo un escrito nuevo pero sigo esperando con paciencia por esos días que, como hoy, entro y te leo y sonrio e imagino que la imagen que corona el texto no es imagen, sino una foto tuya...
Un besazo