Blogia
Carena

En solitario

En solitario

 "Mi barco es de papel
pero saldré a navegar
en la isla en donde tu estes
allí quiero naufragar
y que me huela la piel
a roca espuma y a sal
dime que tengo que hacer
para ser tu capitán"

Fito y los fitipaldis

Demasiado trabajo me ha impedido pasar por aquí. Eso y que he empezado a animar un poquillo mi otro blog, que tengo abandonao. 

Bueno, muchos piratas ya lo saben, y es una pena no haber dejado constancia aquí antes de uno de los momentos más especiales de mi vida. Y es que por fin salí en solitario.

 Tras algunas salidas con un amigo acostumbrado a las semirígidas (nunca subió en velero), fui tomándole confianza a mi barco. Lo sacaba a veces y lo atracaba siempre, El problema: es que Jose, mi amigo, no ha navegado nunca a vela, y le mola más el rollito de salir a pescar. Y lo que es peor, Jose me consideraba de porcelana: estate quieta que yo lo hago, ten cuidado que te caes, te vas a hacer daño, yo arranco el fueraborda que te cuesta mucho trabajo…. Total, que acabé siendo una tripu-flower en mi propio barco. Y paciencia siempre he tenido más bien poca, así que la mitad de veces que salí al mar volvía al puerto cabreada. Si a todo esto le sumamos que en agosto apenas ha hecho viento el resultado es que me he pasado el mes saliendo con el barquito a motor en plan dominguera con caña de pescar incluida. Eso sí, me he puesto bien morenita. 

Decidí dar un paso más. Fue el día que invité a Carmela. Y tras esa experiencia  “…¡¡…!!..” decidí probar de nuevo con un novato que creí más adecuado. Así que a la semana siguiente invité a Iván, un guapísimo argentino que ha practicado todo tipo de deportes, entre ellos el surf. Pero Iván no tenía el potencial de marino que intuí. Le llamé por la mañana y una voz amodorrada aceptó mi invitación. Se había acostado a las tantas y estaba algo destrozao. Además Ivancito es un poco flojeras creo. Eso sí, es el mejor tripusol que he encontrao. Guapo a rabiar y de conversación inteligente y agradable. Y bueno, hacer no hizo apenas, pero al menos no estorbó. También se mareó. Le metí un chute de biodramina y le dije que no pensaba volver, así que empezara a centrar su mente en algo que le hiciera olvidar el mareo. Se tumbó bocarriba y así se quedó.

Y ahí estaba yo, navegando casi sola, aunque he de reconocer que la compañía, aunque fuera un vegetal con unos preciosos ojazos negros me proporcionaba una reconfortante sensación de seguridad. Al llegar a casa pensé: ¡¡demonios!! Si salgo con Jose no avanzo, ni siquiera puedo gobernar mi propio barco. Y salir con novatos es como salir sola, a diferencia de que estos se marean y yo no. Es el momento de salir sola. Sí, ya sé que le barco no está a son de mar, que ni siquiera funciona la radio y que aún no he puesto la que me preparó Fede pero… quiero salir. Es algo así como cuando estás a dieta y te invitan a una cervecita ¿cómo conformarse con una cola Light? Soy débil ante las tentaciones. 

Y bueno, al fin salí, y no quise volver…. 

El 10 de septiembre desperté temprano, y contenta, muy ilusionada. Dejé un mensaje en la taberna anunciando mi salida en solitario y me dispuse a seguir mi rutina: café y prensa, tranquilita, sin pausas. Llegué al barco lo dispuse todo. Creo que no pensé en que iba a salir sola. Estaba muy relajada, era un día más.Sacar el barco del amarre es una odisea. No responde el puñetero marcha atrás, no gira a estribor así que no lo puedo poner derecho enfilando la salida. Menos mal que allí estaba Armando, un compañero de PER, mi amiwito en las clases, era de los pocos fumadores del curso, y siempre me hace reír. Le dije que me echara un ojo pues siempre la lío sacando el barco del amarre. Y me tuvo que ayudar desde el pantalán a enderezar el barco. Pero una vez enfilada la bocana todo cambió. Poco viento, eso sí. Un día muy tranquilito. ¡¡Y hasta me bañé y todo!! 

Al llegar pasé por la taberna. Fue el primer sitio en el que quise parar. Hace apenas unos meses entré preguntando cómo era el mar. Ni siquiera había pisado un barco. Y me sentí cómoda y arropada en ese antro desde el primer día que asomaron mis los rizos  por la barra de la taberna. Siempre he participado en los cachondeos y bromas, nunca en los posts náuticos que allí se colgaban. Supongo que debo parecer una ignorante boba que nada pintaba allí. Pero los leía, bien lo sabe dios, y a veces suponía y supone un gran esfuerzo de concentración y de búsquedas en google de términos extraños, debido a no entender ni tres cuartas partes de lo que decían. Y leía y releía. Y poco a poco voy pillando algunas cosas.

Supongo que el contar allí mis aventuras o desventuras a muchos les habrá parecido uno de mis ejercicios de vanidad. Me la trae al pairo lo que piense la gente. Era mi regalo. Quería mostrarles que la tontita que llegó hace unos meses sin conocimiento alguno se esforzaba día a día por aprender, y aunque no tengo que demostrarle nada a nadie, pienso que el fruto que estoy recogiendo es en parte  gracias a muchos de los piratas que aman el mar, y que transmiten mucha pasión al hablar de él. Y es que éstos me han motivado dándome fuerzas para tirar palante. Me gustan los retos, y soy muy tenaz. Cuando  leo a algunos de esos piratas descubro que llevan toda la vida en el mar, que son un pozo de sabiduría, que gozan de la experiencia que les han brindado momentos únicos que sólo el mar otorga. Y tengo claro que quiero llegar a conocer lo que muchos de ellos ya han descubierto. Sí, mi post pretendía ser un regalo, y aunque sea una ofrenda humilde, de escaso valor para avezados marinos, aunque sea tan poquita cosa es lo más grande que puedo ofrecer, es algo que me está cambiando por completo, y para bien. 

Me agradó ver a mi regreso las muestras de apoyo a mi anuncio de partida. Incluso bromeaban sobre mi tardanza en regresar y comentar mis peripecias. Embat me hizo reír muchísimo con uno de sus comentarios. Y nada, allí, en ese mismo post conté la salida, y tuve que aceptar varias regañinas de los que me llamaron inconsciente y temeraria. Tenían razón, y mucha. Realmente no iba concienciada del riesgo que corría. Sé que en el mar la cosa se puede complicar a la mínima, y no tenía radio, ni destreza, ni experiencia ni ná de ná. Me queda mucho aún que aprender. Pero sé que quienes me dieron un toque por mi atrevimiento lo hicieron con la mejor buena voluntad del mundo. Y eso se agradece, porque sus deseos son buenos. Eso sí, no me arrepiento de ni un solo segundo que pasé allí fuera. Y poco más… dejo aquí  enlaces del post de la taberna, como recuerdo de un día muy especial para mi. 

http://latabernadelpuerto.com/foro/viewtopic.php?p=224774&highlight=#224774 

http://latabernadelpuerto.com/foro/viewtopic.php?p=224947&highlight=#224947

4 comentarios

Polen a Atlántida -

Joer, que sigas mis comentarios con admiración hace que mi ego se desborde.
Aunque en algo no llevas razón. Pocas veces hablas de ti pero cuando lo haces... Recuerdo aquella vez que te plantaste en el foro a hablar de ti, y a mi mente vino una escena real: te vi serena, sin perder la compostura, sin alzar la voz. Palabras suaves,como suave sonrisa en tus labios, ojos brillantes, porque a pesar de tu aparente tranquilidad das la sensación de ser pasional a tu modo, tono de voz pausado y silencio entre los lectores oyentes, mucho silencio de la genteu que te oía, porque te hiciste oir y tienes esa facilidad, que es captar la atención del lector.
Sigo pensando que somos opuestas y a la vez nos parecemos mucho: tu emanas dulzura, serenidad, y mucha paz interior. Yo soy ruidosa, demasiado impulsiva, demasiado terremoto. Pero a ambas nos unen muchas cosas, ser mujeres de pleno derecho el amor a la mar, la pasión por la vida, por la verdad y... muchas cosas que seguro iremos descubriendo :-)
Me reitero, de mujer a mujer te digo que eres todo un ejemplo
Un besazo preciosa

Polen a Androgen -

Es fácil Fernandillo, venta pal cachalote, damos una vueltecita y luego me cuentas ;-P

Atlántida -

¡Hola Polen!
Es la primera vez que tejo un mensaje aunque sigo tus comentarios con admiración. Mientras leía tu artículo me he reconocido en muchas de las cosas que dices. Algunos de esos sentimientos me resultan muy familiares. Pero yo no conseguiría explicar todo eso de la manera que tú lo haces. Tienes el don de conseguir vaciar tu interior en los temas que tratas. Te felicito.
Un beso

Androgen -

En un día un poco de bajón me has hecho sonreir, al imaginarte tan libre, tan tú...

Ahora me pondré a pensar si yo me marearía en barco o no...

Un beso