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Carena

La tripulación

La tripulación

Cuando navegas, no navegas solo  por el mar, sino también por las almas de tus compañeros de travesía. Es una mezcla extraña de emociones, no siempre pasa, pero si te sientes a gusto, hay una especie de fusión invisible, algo que se liga en cierto modo para siempre. Al menos así me ocurre a mi, de algunos de los navegantes con los que he salido me quedo con algo desconocido, que me marca de algún modo, que me hace sentir una especie de solidaridad y camaradería eterna. Y el deseo de, en tiempos futuros cruzármelos de nuevo en la mar.

 

 

Algo así me ha sucedido con la tripulación del Bahía las Islas.  Murphy es un cabrón, pero también tiene quien le lleva la contra. Pasaba unos días bastante malos cuando de golpe, un golpe de fortuna, lo dejé todo para ir a navegar. ¿Por qué hice esa locura? En cierto modo huía de un infierno, una pesadilla que poco a poco voy dejando atrás. Y aunque ya no había peligro seguía asustada. Al subir al Bahía tuve la sensación de que esa tripulación era especial, parecían uno solo, en especial Joakin y Angel. Quizá  sea la complicidad de los que llevan juntos ya muchas millas a la espalda. Intuí que tenía mucho que aprender de ellos. Y vi una oportunidad de escapar, no quería volver a casa, a mi entorno. No quería caminar mirando atrás, ni quería soñar más pesadillas, quería olvidarme de todo aunque solo fuera durante  unos días.

 

 

La verdad es que no les conocía en absoluto, a pesar de que con Angel he compartido Taberna desde hace años. Aunque parezca echá palante siempre ando a la defensiva, resultado quizá de haber sufrido algunas calamidades. Y me pongo nerviosa. Al principio, el nerviosismo, el recelo y el corte de embarcar con desconocidos me hacía gastar bromas tontas, probablemente pesadas, repetitivas, lo sé. Pero aunque me metía mucho con ellos era de cachondeo,¡Claro! También es que quizá el sentido del humor andaluz sea un poquillo más exagerao y resulte algo pesado si machacas mucho. Me dio por bromear con la edad de la tripu. La verdad es que ojalá cuando les alcance esté la mitad de bien que ellos, pues tienen un espíritu joven y, pa qué nos vamos a engañar una magnífica forma física.

 

 

Aún así, me sentí cómoda entre ellos, muy cómoda. Sabéis, a mi se me nota enseguida cuando alguien me desagrada, me convierto en una borde estúpida y soy muy arisca. Y justo todo lo contrario cuando me siento bien, pero bien de verdad. Soy muy sobona, pero solo si me sale. Con ellos me salió. Luego pensé, joder, quizá se crean que soy una salida o busco algo más, aunque la verdad, como este no era el caso, me importaba poco lo que pudieran interpretar, ese sería su problema, no el mío. Y es que lo mismo le plantaba a uno un besazo en la mejilla sin venir a cuento que a otro un abrazote. ¡Y mira que eso es raro en mi si no tengo confianza! ¡Pero es que era lo que me provocaban! ¡Me sentía tan agradecida!

 

 

Joakin es un tío que transmite mucha paz, y a la vez mucha fuerza. Y aunque muy tranquilo no sé porque me da que tiene mucho carácter. Además,  es de esos con los que uno se siente a salvo, o quizá, tras los días pasados antes de embarcar su serenidad  y algún abrazo me hizo sentirme así. Era así, por primera vez en mucho tiempo me sentí fuera de peligro. Con él fue con el que más hablé. Lo tiene claro, antes o después soltará amarras. Quiero creer que en el futuro nuestros barcos se encontrarán y recordaremos cuando ansiábamos echarnos a la mar.

 

 

De Enrique me asombró lo que a todos cuando saben su edad, ¡¡ha pasado los 70!! Imposible, no lo creeriais. Diriais 20 años menos, y aún le echariais de más. Era la dulzura del barco, todo un personaje cantarín, siempre con una sonrisa lista para regalar, y aunque se le dispensaba de las guardias nocturnas pues sus reflejos no son los de antes, siempre está dispuesto a ayudar, ordena, está pendiente de Rufino… ¡Ay, Rufino! El perro más marinero que he visto jamás. Con la rasca que pillamos y ahí estaba el pequeño can, empeñado en quedarse en la bañera, tiritando, recibiendo rociones ¡pero es que no quería bajar ponerse a resguardo!

 

 

Y Angel. A decir verdad, antes de conocerle tenía una opiniones de él contrapuestas. No sabía qué pensar. Vale, no se puede juzgar a alguien que no conoces, pero siempre, sin quererlo, cuando compartes un entorno durante tanto tiempo, te formas un concepto (o un boceto) de alguien. Pero este era un hombre al que era imposible catalogar. Por un lado le veía siempre una seguridad rozando lo chulesco, por otro pensaba que esa chulería no era tal, sino una actitud propia del que se desenvuelve en muchos mares, y no me refiero solo a los líquidos, sino a la vida en general, un hombre de mundo. No sé, algo no me cuadraba.

 

 

Pero, lo mejor es conocer a las personas, sentarse con ellos y escuchar. Es obvio que Angel no es un hombre al uso, o al menos no como la mayoría de los que conozco. Lo tiene muy claro en la vida, no era chulería, no, es que sabe lo que quiere, y sobretodo tiene claro lo que no quiere. Y vive de acuerdo con sus ideas. Creo que es difícil ser comprendido cuando se tienen las ideas tan fijadas, a mucha gente le da miedo las personas tan francas, tan directas, pero al menos creo haberle entendido perfectamente. En muchas cosas me he sentido identificada con él, y hay muchas cosas que tenemos en común. Me ha gustado conocerle, ha sido como abrir un regalo inesperado, que por más que agites el paquete no adivinas el contenido y al abrirlo, bajo el envoltorio encuentras una sorpresa fabulosa. Ojalá hubiera más gente así. He conocido a un amigo sincero, intuitivo, generoso, paciente, y muy muy cariñoso. Alguien que sabe escuchar y sabio a la hora de dar buenos consejos. La verdad, no lo esperaba.

 

 

Embarqué con ellos, además de por tomarme un respiro  por la oportunidad de navegar con alguien con mucha experiencia en la mar, y en general, estos 3 hombres, me han demostrado que son buenos marinos, tanto en la mar como en la vida.

 

 

La vuelta a casa la hice con una sonrisa en los labios, con el alma llena de agradecimiento y con un pellizquito por no haber podido aprender un poco más de ellos. Pero el mar, la mar es solo una, aunque tenga muchos rincones, y sé que nos volveremos a encontrar algún día.  Mientras, trataré de seguir el rumbo que me he marcado y que cada día tengo más claro del que no me pienso desviar, por muchos temporales que me acechen.

2 comentarios

Isabel -

1º Por Mario... por que ya eres tita... y porque lo que ahora tienes entre tus brazos es lo más grande que la vida nos puede dar... otra vida y eso mi niña, bien lo sabes tu es muy muy grande... Felicidades a ti por la parte que te toca y a sus papis
2º Por supuesto, por la recuperación de tu hermano. Te lo dije... “lleváis la misma sangre, se recuperará”... y así ha sido... dale un brazo grande de una amiga y dile que me alegro, que recé por él... aunque a veces pierda la práctica... cuando algo me sigue superando, acudo y por él... y por ti... Felicidades
3º Felicidades porque te veo feliz, porque conseguiste tu sueño. Porque vales mucho nena, y todo lo que mi niña se propone, allí tira “palante”... marinerita mía, con tu barco y tus salidas, el mar te da vida, lo sé... lo llevas muy adentro y por eso me alegro por ti
4º Por supuesto, por tu nueva primavera. Por ese año más lleno de vida y de alegría. Por ese corazón tan grande q tienes q no para de crecer. Por ser como eres y por seguir regalándole a todos los que te rodean, un año más de Marguita Terremoto...
Te quiero, y a pesar de la distancia, sigo pensando en mi niña
Un beso grande y un abrazo aún mayor de tu amiga y un besito dulce como la miel de tu ciber-sobri... está preciosa, es clavaita a su madre la muy puñetera pa lo bueno y pa lo malo, y para mí en el mundo ya no hay más felicidad q la q su sonrisa y sus ojitos llenos de vida me dan.
Un beso princesa
Rosier

Isabel -

Antes de nada...
Decirte que quizás no es el lugar adecuado, pero quiero felicitarte por varias cosas..